Dream of love

Cuando tenía ocho años vi una película muy vieja de amor y ahí empecé a soñar. Soñaba que algún día iba a conocer a alguien tan lindo como el actor, con esa sonrisa, y que me iba a besar con esa canción de fondo. Pero tenía un problema, yo no era linda como la rubia de la película. Entonces, sabiendo que no iba a poder cumplir este sueño, seguí soñando. Pero yo sé, sé que no soy linda como la chica rubia. Sé que el chico de la sonrisa linda nunca se fijaría en mí. Sé que nunca nos vamos a besar con esa canción de fondo.¿Y si algún día el sueño se hace realidad? ¿Y si alguna vez el chico de la sonrisa linda también sueña con besarme con esa canción de fondo? Una mentira, eso es el amor. Una mentira con mucho marketing. Porque desde chiquitas nos hacen ver películas, cuentos, historias de amor… nos hacen creer que el príncipe azul tiene ojos celestes, existe ¿y sabes qué? No existe. Sí que existe, pero nunca se fijan en chicas como yo. Como en las películas… la música suena de la nada, un hogar a leñas de fondo y nos creemos que ese es el amor. El amor… todo gira en torno al amor. Pero el amor es para unos pocos, para esos que pasan el casting de galán y heroína. Para mí no, yo lo miro en películas nada más.
Está bien, ya sé que no es tan así. Pero qiero que sepas que aunque no creo en el amor, sigo llorando con películas románticas y sigo soñando con el príncipe azul, con quien comer un chocolate al lado de un hogar a leñas y que me bese con una canción de amor de fondo.
En la gran ciudad hay millones de personas que viven, trabajan y buscan la felicidad. Hay menos matrimonios y gran parte de esto fracasa en los primero cinco años. Hay menos parejas y más personas viviendo solas.
Sin embargo las encuestas coinciden: el máximo anhelo de la mayoría es encontrar el amor.
¿Por qué entonces si lo que más desea una chica es ser amada a veces logra todo lo contrario?
¿Es posible que lo que impide encontrar el amor sea justamente nuestra búsqueda desesperada?
¿Será posible que al estar tan ocupados en buscar perdimos la capacidad de encontrar?
¿Será que buscamos algo que no existe? ¿Será que vivimos el amor bajo la premisa histérica de deseo tanto y no soy deseado?
Todos somos gemínanos, sujetos divididos. Queremos una cosa y somos lo opuesto. es la naturaleza humana. El más contenido tiene su cara desatada, y el más bueno su cara bestial. Esa dualidad nos da volumen, no somos plano de una sola cara.
Una de esas fuerzas ocultas va a ganar en algún momento, y cuando pase eso se va a definir quiénes somos de verdad.
A veces en el acto de odiar amamos, y en el de rechazar deseamos, porque aunque no lo soportemos somos contradictorios.
La contradicción nos mantiene vivos, nos hace avanzar. Una parte nuestra dice “si” y la otra “no”, y en esa contradicción está la vida.
Estar con alguien es una eleccion, es algo qe elegimos para creer qe estamos bien, para sentir que estamos en compañía, compartiendo momentos i cosas con la persona que queremos.. Es facil no tener qe elegir, y hacer de nuestras vidas una rutina ir siempre por el mismo camino, nunca pegar un volantazo, nunca permitir una sorpreza pero eso no es vivir, es el panico que nos da tener que elegir.. Siempre que tenemos opciones, hay que elegir y arresgarse a jugarsela por una sola opcion, siempre que elegimos, vamos a perder algo. El terror al abandono, a sufrir y arrepentirnos de nuestra eleccion puede ser nuestro peor enemigo, por eso no hay que tenerle miedo a las opciones. Aunque el miedo no es no saber lo que queremos, sino no estar seguros, porque sino dudamos, no probamos y no buscamos nunca vamos a saber lo que queremos..

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